EL IMPACTO DEL MAL-TRATO ENTRE LAS Y LOS COMPAÑEROS DE TRABAJO

Mucho hemos leído acerca de la relevancia que tienen las y los gerentes en los resultados clave de la empresa y en el compromiso laboral. Existe, sin embargo, otro factor que influye positivamente en el compromiso, en las actitudes y en los comportamientos de los empleados hacia la organización. Este factor es el trato justo -trato […]

5 SESGOS OCULTOS EN EL LUGAR DE TRABAJO MÁS ALLÁ DE LA RAZA Y EL GÉNERO

Recién leí el artículo 5 sesgos ocultos en el lugar de trabajo más allá de la raza y el género publicado por Steve Albrecht, D.B.A, psicólogo y experto en dirección de seguridad y en temas de recursos humanos. Me pareció interesante la toma de consciencia de estos sesgos de percepción o suposiciones que hacemos de las personas en el lugar de trabajo, ya que pudieran ser, sin darnos cuenta, una forma de discriminación y también afectar el desempeño.

SESGO DE EDAD

Asumir que el empleado es demasiado mayor para aprender cosas nuevas o bien demasiado joven para saber cómo operar como lo hacen los demás miembros del equipo. Las personas con este sesgo de percepción consideran que esto es una condición permanente y que el empleado no podrá aprender. Un ejemplo o expresión común es: «Es demasiado mayor o joven para realizar este nuevo tipo de trabajo, descubrir este complejo equipo técnico o procesar este tipo de información».

SESGO DE EXPERIENCIA

Es suponer que si el empleado no lo ha hecho antes en otro lugar, no tendrá la capacidad de aprenderlo en el trabajo actual. Un ejemplo o expresión común es: «… No ha hecho este trabajo o este tipo de trabajo y no tiene la experiencia técnica ni el conocimiento».

SESGO DE APARIENCIA

Este sesgo a menudo se basa en ver a las personas sólo por su apariencia, especialmente si se trata de cómo expresan su creatividad con peinados, tatuajes, piercings o elecciones de ropa. Un ejemplo o expresión común es: “Este empleado no es como queremos que se vean nuestros vendedores”.

SESGO DE MOTIVACIÓN

Esta suposición puede no considerar que el empleado es introvertido, que prefiere trabajar solo y simplemente puede estar agotado porque no ha sido elogiado, apoyado, escuchado o gestionado de manera justa. Un ejemplo o expresión común es: «A este empleado parece no importarle…. tiene una actitud pésima, parece distante y no querer afrontar nuevos retos».

SESGO DE ÉXITO

Este sesgo se debe a una noción preconcebida de éxito previsto. Hay gerentes y/o supervisores o supervisoras que pueden hacer que esto se haga realidad mediante lo que hacen o no hacen por sus empleados, desde el principio. Un ejemplo o expresión común es: «Probablemente no le va a ir muy bien» de hecho se hace realidad, al igual que, «Le va a ir muy bien aquí».

Albrecht sugiere que, reconocer los sesgos de percepción en el lugar de trabajo es la mitad del problema. La otra mitad requiere un compromiso para ver que se eliminen y que se contrate, promueva y gestione a todos los empleados de manera justa, ética y equitativa.

Si el primer paso es reconocer los sesgos, podemos iniciar por nosotras y nosotros mismos, preguntándonos: ¿Soy o he sido victima de alguno de estos sesgos de percepción? ¿Recurro a alguno de estos sesgos como práctica común? ¿De qué manera mis sesgos de percepción han afectado o están afectando el desempeño? ¿Soy consciente de cómo alguno de estos sesgos puede ser una práctica discriminatoria?

Fuente:

Albrecht, S. (2021, julio 13). 5 Hidden Workplace Biases Beyond Race and Gender. Julio 13 2021. Recuperado de https://www.psychologytoday.com/intl/blog/the-act-violence/202107/5-hidden-workplace-biases-beyond-race-and-gender

SABOREAR LA VIDA

Desde hace poco más de una semana se empieza a sentir el ambiente festivo del periodo de vacaciones. Algunas personas tendrán la oportunidad de tomarse unos días para ir a la playa, otras irán a las montañas, a conocer una ciudad o bien a visitar a su familia. También hay quienes preferirán quedarse en casa. Para algunas otras personas tal vez sus vacaciones serán en otro momento. Sea como fuere, el saborear la vida aplica para todos y todas.

Por tratarse de un “acto sencillo”, puede suceder que pasemos de largo el saborear la vida. Quienes son especialistas en psicología afirman que cuando las situaciones placenteras o satisfactorias se repiten día tras día, poco a poco dejan de ser gratificantes. A este efecto se le llama adaptación hedonista, y sucede cuando una persona tiene todo lo que siempre había soñado, pero aun así no puede ser feliz. ¡Interesante! ¿No te parece?

Pero, ¿qué es saborear la vida? Es el acto de salir de tu experiencia para observarla con una mirada no de costumbre, sino de asombro. Es el darte cuenta de lo que está aconteciendo, sintiendo la experiencia, disfrutándola y apreciándola mientras está sucediendo.

¿Por qué vale la pena saborear la vida? Porque el saborear los acontecimientos positivos puede mejorar nuestro estado de ánimo en al menos tres formas:

  • Reduciendo la adaptación hedonista que mencionamos arriba.
  • Ayudándonos a mantener la mente en el presente, evitando que divague.
  • Ayudándonos a sentir gratitud por las experiencias que estamos teniendo a medida que las estamos viviendo.

Tanto si tendrás o no la oportunidad para tomar unos días de descanso, me gustaría invitarte a que aproveches al máximo la práctica de saborear la vida.

¿Cómo lo podemos hacer?

  1. Identifica una experiencia positiva y cotidiana (una comida, una bebida, la puesta del sol, el sonido de las olas del mar -si estás en una playa-, el baile de las hojas de los árboles -si estás en la sierra o en un parque-, una canción, un baile), hazte consciente de ella y saboréala.
  2. Tómate unos segundos para darte cuenta de las emociones positivas que se generan en ti.
  3. Al final del día, piensa en todo lo que saboreaste.

“La vida -y también los fines de semana y las vacaciones- es como un helado, hay que disfrutarla antes de que se derrita”.

La repetición consciente de esta práctica puede ayudarnos a convertir el saborear la vida en un hábito maravilloso que nos mantendrá en un estado de bienestar, así que ¡anímate! Saborea algo bueno cada día -aunque no estés de vacaciones- y disfruta realmente de las mejores cosas de la vida.