UNA MIRADA REFLEXIVA EN TIEMPOS DE COVID-19

Trabajando desde casa, superados los primeros días de contingencia y adaptándonos a este nuevo ritmo, nos mueve un espíritu esperanzador de que esta contingencia nos llevará a un nivel superior en todas las dimensiones de nuestro vivir cotidiano, si bien lo que estamos experimentando no es del todo positivo ni positivo para todos, estamos convencidas de que, dependiendo de la mirada con que vivamos cada uno de estos días, determinará en mucho nuestro bienestar y el de quienes nos rodean.

Hemos decidido que nuestros aportes de aquí en adelante, mientras dure la contingencia, han de ir orientados a impulsarnos a tener una mirada apreciativa hacia nuestro acontecer, en este sentido el presente artículo, Una mirada reflexiva en tiempos de COVID-19, pretende ser un punto de partida y una invitación a un nuevo y temporal vivir.

Una mirada reflexiva en torno a lo que nos está aconteciendo como humanidad nos ayudará a transformar lo que sentimos íntimamente y como consecuencia a vivir el presente con una orientación emocional diferente. El sólo acto de reflexionar siempre nos lleva a un estado interior nuevo y nos abre un panorama más amplio en nuestro vivir cotidiano.

La invitación es que encuentres un lugar donde estés tranquilo por unos minutos y generes un espacio para ti en el que puedas, de manera personal, profunda y dejando a un lado las certidumbres de lo que dices que sabes, reflexionar en torno a las preguntas que te compartimos a continuación, puedes escoger solamente dos o tres preguntas si así lo deseas.

  • ¿Qué descubro de mi mismo ante lo que estoy viviendo?
  • ¿Cómo estoy reaccionando ante esta contingencia? o ¿Cómo me revelo como ser humano en este momento?
  • ¿Qué vale la pena replantear en mi vivir?
  • ¿Qué cosas de las que estoy viviendo me generan asombro o aspectos positivos?
  • ¿Cómo quiero vivir esta contingencia?
  • ¿Qué hago para cuidarme y para cuidar a otros?
  • ¿Cómo puedo ser útil a quienes están más necesitados?
  • ¿Qué de mi aprenden mis subordinados o compañeros de trabajo de cómo vivir una contingencia de esta naturaleza?
  • Si tengo hijos: ¿Qué de mí aprenden acerca de cómo vivir una contingencia de esta naturaleza?
  • Después de que pase esta contingencia ¿Cómo quiero aparecer al mundo?

Reflexionar en torno a estas preguntas nos permite permanecer en un estado “presente” ya no en el pasado, ya no en el futuro, sino en el vivir. En este sentido no caben las culpas, no caben los errores, porque lo que hicimos fue válido en su momento. Tampoco caben las angustias, las expectativas ni las exigencias porque finalmente sólo tenemos el presente, no hay más. Lo que si cabe es la conducta coherente entre nuestras palabras y haceres, que después de todo, eso si depende de cada uno de nosotros.