HACIENDO LO QUE REALMENTE IMPORTA

Si te pidiera que hicieras una lista de las actividades diarias que realizas en tu trabajo, seguramente escribirías por lo menos 20. Si enseguida te pidiera que las clasificaras en tres grupos, con base en los siguientes criterios: actividades que es preciso hacer más para mejorar los resultados, actividades que es preciso hacer menos para mejorar los resultados y actividades que es preciso dejar de hacer para mejorar los resultados; probablemente en el primer grupo tendrías menos actividades que en el resto, y sin duda, aún te quedarían actividades por clasificar.

Algunas veces asignamos el mismo valor a todo lo que hacemos, aún y cuando no todas las actividades son igualmente importantes¿te ha sucedido? Esto es más común cuando somos personas altamente activas, o como diríamos desde la mirada de CliftonStrengths, cuando se tiene el talento logrador -las personas con este talento trabajan intensamente y tienen mucha resistencia, sienten gran satisfacción al estar ocupadas y sentirse productivas- ¡Soy una de ellas!

Seguramente has escuchado hablar de Vilfredo Pareto. Él descubrió, a principios de 1900, que en Italia el 20% de los propietarios poseían el 80% de las tierras, mientras que el restante 20% de los terrenos pertenecía al 80% de la población restante, de ahí surge el conocido principio del 80/20. Este principio se ha aplicado con éxito en muchos ámbitos y, aunque estas cifras no son exactas, si son aproximadas y adaptables a cada caso en particular.

Si aplicamos el principio del 80/20 a este tema en particular, podríamos decir, por ejemplo, que de la lista de 20 actividades que realizamos cada día en el trabajo, 4 de ellas son más significativas que las 16 restantes juntas. Es decir, que sólo 4 son las más importantes e impactantes para mejorar nuestro desempeño, ¡sólo 4!

No estoy invitando a dejar de hacer las actividades propias del puesto, pero si a reflexionar en torno a aquellas que realmente importan para mejorar los resultados y también a sopesar algunas que se habrán de delegar. Entiendo que para más de una persona el delegar supondrá un reto mayor, pero al final de día los resultados mostrarán si valió la pena.

Te comparto tres preguntas que puedes plantearte varias veces al día, durante tu jornada de trabajo, y que darán pauta para un enfoque en lo que realmente importa:

  1. ¿Cuál es ahora mismo la utilización más valiosa de mi tiempo?
  2. ¿Cuál de las actividades que estoy realizando es preciso delegar?  (delegar a la persona competente + instrucción).
  3. ¿Qué puedo hacer yo y sólo yo, que si se hace bien representará una verdadera diferencia?

Alguna vez leí: «el peor empleo del tiempo que existe es hacer muy bien aquello que no hace falta hacer»¡tremendo! ¿no te parece?

FORTALEZAS: NUEVA MIRADA Y MEJORES RESULTADOS

¿Qué sentires íntimos se desencadenan en ti cuando te dicen tus áreas débiles -también llamadas áreas de oportunidad-? ¿Realmente te resulta constructivo enfocarte en ellas? Este enfoque, el de las áreas débiles, ¿es favorable para el desarrollo de las personas, para un desempeño superior de los equipos y para mejorar los resultados clave de la empresa? ¿Qué sucedería si nuestro principal foco estuviera en aquello que las personas hacen muy bien? 

Hemos interiorizado que mostrar a las personas sus áreas de oportunidad conduce a mejores resultados en su desempeño, de ahí que el enfoque en las fortalezas suponga un cambio de pensamiento a veces difícil de explorar. Afortunadamente, hace no mucho tiempo, y después de 5 décadas de investigación, surgió la ciencia de las fortalezas que nos enseña que el mayor potencial de una persona para lograr sus objetivos está fundamentado en entender completamente cómo aplicar sus mejores talentos y fortalezas en la vida cotidiana (incluido el trabajo). Esta nueva mirada construye sobre las áreas de gran potencial de una persona, en lugar de tratar de reforzar las debilidades, dando la oportunidad de incursionar en un mundo rico en posibilidades para actuar.

Me resulta adecuado compartir esta frase de Peter Drucker: “La mayoría de las personas pensamos que sabemos en qué somos buenas y generalmente nos equivocamos y, no obstante, una persona puede actuar sólo desde la fortaleza”. Es interesante lo que dice, lo he validado en muchas de las intervenciones que he tenido en las empresas. Los líderes y miembros de los quipos se sorprenden al descubrir que tienen más potencial del que creían y que son capaces de hacer algunas cosas mejor que como lo harían otras personas. La mayoría descubren talentos que no sabían que tenían y lo mejor de todo es que adquieren un entendimiento de como los pueden usar en pro de su desempeño.

Investigaciones de Gallup, con miles de personas alrededor del mundo, demuestran que al identificar las fortalezas e invertir en ellas no sólo se conocen las características que hacen única a la persona, lo cual es motivante, si no que, se impacta positivamente la vida de los miembros de los equipos y también los resultados clave de la empresa, independientemente de la industria o el país en el que se encuentre.

Ampliar la mirada y trabajar desde las fortalezas es fascinante, desde el momento en que las personas identifican sus talentos se descubren únicas y con un potencial inagotable, la dinámica de los equipos de trabajo empieza a tornarse más colaborativa e integradora, pues surge un nuevo entendimiento, todo es más fácil, más divertido y mucho más gratificante emocionalmente.

DESCUBRE LO QUE TE HACE EXCEPCIONAL, MAXIMIZA TU POTENCIAL Y

¡MARCA LA DIFERENCIA!

***

Conoce cómo podemos acompañarte a ti y a los miembros de tu equipo en el camino hacia una nueva cultura basada en fortalezas. CONCORDIA & CLIFTONSTRENGTHS