JUEGA Y TODOS GANAN
El día de hoy queremos compartir un resumen de la reciente publicación realizada por la Prof. Mireia Las Heras y María Barraza del IESE Business School, con quienes hemos colaborado en el estudio de Mujeres y Hombres Trabajando en Remoto durante COVID-19 y desde donde está fundamentada dicha publicación.
Explican las autoras que nuestro bienestar en el trabajo depende de muchas cosas: del entorno económico, político, social, sanitario, e incluso de nuestra propia actitud: de cómo afrontamos los retos, de cómo reaccionamos ante los cambios, de cómo nos relacionamos con nuestros colegas, proveedores, clientes y con nuestro jefe, entre otras cosas.
La propuesta, en este sentido, para mejorar nuestro bienestar en el trabajo es: desempeñar las actividades con una actitud lúdica. En el juego, dicen las autoras, nuestra meta es superar un reto y pasarlo bien durante la consecución del mismo, paralelamente, en nuestro trabajo, también hemos de alcanzar metas, y además, deberíamos pasarlo bien.
El juego requiere entusiasmo y energía, además de interactividad; características propias también de nuestro trabajo. En el trabajo no somos meros espectadores, debemos tomar decisiones, superar retos, buscar alianzas y evitar enemistades. Además, comentan, en los juegos hay una serie de reglas que se pueden aprender y que a veces no son explícitas. Sin embargo, el aprendizaje de las reglas y la práctica nos permiten mejorar según vamos sumando experiencia. Eso mismo sucede en nuestro trabajo.
Las autoras mencionan algunas características de los juegos que podemos adaptar al trabajo y hacer que se enriquezca y sea mejor:
- Involucrarnos activamente en la consecución de las metas, dejando de ser un mero espectador. Esto implica buscar maneras de hacer mejor las cosas, intentar ser más eficaces y eficientes a través de aplicar de manera sistemática el método de prueba y error.
- Encontrar elementos de competencia en cada tarea, pero no para competir con otros, sino con nosotros mismos. Un aspecto para tener en cuenta, mencionan, es que en los trabajos no son juegos de “suma cero”, en los que si yo gano otros pierden. En general, los trabajos son juegos colaborativos, si yo mejoro el conjunto mejora.
- Encontrar elementos de diversión en cada tarea. Esta es una variable que se puede conseguir en el disfrute del proceso hacia la consecución de la tarea.
- Aprender de las tareas y experiencias, para así tomar cada vez mejores decisiones. Como ya sabemos, repetir algo muchas veces no es garantía de aprendizaje. Desde el punto de vista de las autoras, se requiere experimentar, preguntar, probar, medir y tener además una actitud abierta al cambio, a la prueba – error y a la innovación. De la misma manera que el aprendizaje en el mundo del juego nos convierte en mejores jugadores, en el ámbito laboral nos llevará a ser mejores profesionales.
La invitación final que nos hacen las autoras para mejorar nuestro bienestar en el trabajo y al mismo tiempo reducir nuestra resistencia al cambio, es la de incorporar una actitud lúdica por medio de la vivencia de estas cuatro características.
Los adultos somos niños crecidos, basta con observar a un abuelito jugando con sus nietos para comprobarlo… ¿Por qué no incorporar una actitud lúdica a nuestro trabajo, si es ahí donde pasamos la mayor parte de nuestra vida?
AQUÍ puedes descargar las infografías.
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